Coronavirus: El home office para empresas y personas
La crisis sanitaria que trajo consigo el coronavirus hizo que las empresas viraran hacia un modelo de trabajo remoto para poder seguir siendo productivas ante la incertidumbre de cuándo se podrá volver a la vida normalizada.
El popularmente llamado home office, de acuerdo a cifras expuestas por el analista de negocios, Enrique Galván Ochoa, ha sido adoptado por el 48% de la población laboralmente activa en México.
Como contexto, otros segmentos poblacionales no han corrido con suerte y según números de la Secretaria del trabajo, Luisa Alcalde, se perdieron 346 mil 878 plazas laborales durante el periodo de contingencia del 13 de marzo al 6 de abril. Algunos de los sectores más castigados están vinculados a rubros como comercio, servicios y turismo, donde se registró la mayor cantidad de despidos.
Así pues, estamos inmersos en una nueva realidad que nos tomó por sorpresa, a pesar de que en junio de 2019 el home office quedó regulado en las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo, sólo 2 de cada 10 empresas en México estaban preparadas para aplicar esa modalidad de empleo, ya sea por infraestructura, lineamientos o estrategias, esto acorde a una nota publicada por el periódico Milenio a finales de marzo del presente.
Sin embargo, para aquellas empresas que sí se prepararon y han logrado adoptar este nuevo paradigma con relativo éxito, nos permite vislumbrar un poco el futuro del trabajo, al respecto, el sociólogo por la UNAM, Mauricio Torres, explica, “el coronavirus ha puesto de manifiesto que se puede hacer teletrabajo siempre y cuando se cumpla en tiempo y forma con los objetivos de la empresa, el reto que está enfrente es adecuarlo a esos goals. Un punto clave es que las empresas o muchas de ellas no tienen bien planificados sus metas de negocio, si ese fuera el caso, el home office no sería un obstáculo, puesto que, como se tiene todo debidamente estructurado, no importaría desde dónde se hace la labor”.
¿Y qué hay con las personas?
Otro tamiz sobre home office y el coronavirus tiene que ver con la parte humana, las percepciones que se están generando al pasar tantas horas en un espacio que se ha convertido de un momento a otro en vivienda y “oficina”.
Sobre esto, Roberto Pulido, psicólogo también de la UNAM expresó, “en términos generales, se puede desarrollar estados de ansiedad, angustia, miedo e irritabilidad principalmente, así como estrés constante.A esto le sumamos los comportamientos asociados a ello, como pueden ser dormir poco, comer más, consumo de alcohol, tabaco o alguna otra droga. La intensidad de lo anterior depende de muchas circunstancias, por ejemplo, si el individuo está sola o si está con alguien; cómo es el espacio donde se encuentra, cómo es la relación que tiene con o con las personas que convive. etcétera”.
Bajo su experiencia como profesional de la salud mental, recomienda algunos consejos para aquellos que están haciendo trabajo remoto, “lo primero es establecer horarios de trabajo similar o idéntico al que se tenía de manera regular, definir espacios definido para trabajar, nunca en la cama o acostados, hacer al menos cada 3 horas, para tener un descanso, conservar los horarios de comida y descanso, no trabajar de más y no estar conectado todo el tiempo”.
¿Una modalidad que llegó para quedarse?
Expertos de la salud e instituciones médicas y educativas de toda índole, han expresado que el distanciamiento social es la única opción que tenemos actualmente a nuestra disposición para aminorar el impacto del coronavirus, esto al menos hasta que no haya una vacuna, la cual se estima tardará por lo menos un año en ver la luz. De ser esto cierto, tanto empresas como personas debemos continuar con este proceso de adaptación e ir adquiriendo aprendizajes del trabajo remoto, quién nos puede asegurar que este presente que vivimos no será el futuro permanente del trabajo, dejando atrás el modelo la las oficinas y las jornadas laborales tal y como las conocimos hasta principios de 2020. Sólo el tiempo nos dará estas respuestas.