Tecnología

Ciudades inteligentes: el desafío de la movilidad urbana

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Javier Enríquez

Las ciudades ocupan solo el 3 % de la superficie total del planeta. Sin embargo, según la ONU, para el 2050 la población mundial ascenderá a 9.000 millones de habitantes, de los cuales aproximadamente el 70 % vivirá en centros urbanos. Así mismo, en la actualidad hay más de 500 ciudades que ya superan el millón de habitantes; tan solo en la CDMX hay más de 22.1 millones de habitantes y esta tendencia sigue en aumento. Teniendo en cuenta que las metrópolis consumen más del 75 % de la energía y generan en promedio el 80 % de la emisión de gases de efecto invernadero, muchas ciudades han apostado por el uso de la tecnología para dar solución a muchas de las problemáticas que enfrentan día a día y que afectan severamente al planeta entero.

Seguramente al leer el término “inteligente” se piensa en ciudades futuristas con un gran uso de tecnología, y si bien ésta es un factor importante cuando se habla de este tipo de urbes, no es el único que se debe tener en cuenta para considerar a una ciudad como inteligente. Se debe entender que la tecnología solo es una herramienta que se utiliza en el desarrollo de una ciudad inteligente y no como el factor que la convierte en tal.

Las ciudades inteligentes utilizan la tecnología para gestionar de forma eficaz y sostenible distintos aspectos que afectan el bienestar de sus habitantes, que van desde el funcionamiento del transporte hasta el uso de los recursos energéticos o hídricos, los espacios públicos o la comunicación con sus habitantes.

Existen doce factores clave que convierten una ciudad en inteligente:

  1. Empleo de las tecnologías de la información y comunicación
  2. Automatización y control de edificios
  3. Planificación urbana eficiente
  4. Movilidad urbana y transporte público sostenible
  5. Gestión inteligente de residuos
  6. Mejora de sostenibilidad medioambiental
  7. Preocupación por el entorno social
  8. Tecnologías aplicadas a la educación
  9. Tecnologías aplicadas a la salud
  10. Sistemas de comercio electrónico
  11. Transparencia gubernamental
  12. Datos abiertos al público

Según un estudio realizado por Smart City Index las cinco ciudades más inteligentes del mundo son:

  • Singapur
  • Zurich
  • Oslo
  • Taipei
  • Lausana

Por otro lado, la Ciudad de México se encuentra en la posición 108 de este conteo. Para calcular este índice se encuestó a 15,000 habitantes de 118 ciudades alrededor del mundo, en donde se les consultó sobre su perspectiva respecto a salud, seguridad, movilidad, actividad económica, empleo, educación y gobierno. También se les pidió que seleccionaran cinco áreas que consideraran prioritarias para su ciudad. Este informe concluye que las preocupaciones principales de los habitantes de las ciudades son la movilidad y el acceso a la vivienda.

La movilidad en las grandes ciudades

La expansión de las grandes ciudades y el crecimiento exponencial en su número de habitantes, tendencias que se prevé no cambiarán en un futuro cercano, suponen un gran reto para la movilidad urbana. Es necesaria una actualización de los sistemas de transporte y movilidad que se acoplen a las necesidades de las ciudades modernas.

Pero para ello, se necesita crear ciudades inteligentes que, gracias a herramientas digitales, recopilen y analicen sin descanso los datos que generan a cada instante vehículos, peatones, semáforos y demás elementos y circunstancias del tráfico urbano para mejorar la movilidad en las ciudades.

Existen ocho factores que afectan la movilidad urbana:

  1. Necesidad de desplazarse
  2. Distribución de horarios
  3. Cantidad
  4. Capacidad
  5. Comportamiento
  6. Infraestructura y tecnología
  7. Sociedad y cultura
  8. Planeación y regulación

Los embotellamientos y el tráfico retrasan a personas y productos, aumentan los niveles de estrés y contaminan el aire, de tal forma que este se considera uno de los factores que disminuyen la expectativa de vida en las ciudades. En promedio en la CDMX la gente pasa alrededor de 100 horas en embotellamientos al año, lo que se traduce a 15,000,000,000 de litros de gasolina, que es equivalente a 30,000,000 de toneladas de CO2. Por donde se vea, la gestión de la movilidad tiene un impacto directo sobre la prosperidad de una ciudad. Se han identificado tres características primordiales en la mejora de la movilidad en las ciudades inteligentes:

Rendimiento: Se debe garantizar un buen estado en la infraestructura de la movilidad, así como ofrecer diferentes alternativas de transporte para minimizar atascos, tiempos de traslado y contaminación.

Visión: Un sistema de movilidad eficiente no es, evidentemente, fruto del azar. La movilidad urbana requiere de innovación e inversión, además de una buena coordinación.

Inclusión: La movilidad debe ser accesible para todos los habitantes de la ciudad, ofreciendo opciones asequibles a las posibilidades espaciales y económicas de la población.

Es fundamental que una ciudad inteligente priorice el desarrollo de una movilidad que cumpla con estas características, para esto se busca exportar herramientas tecnológicas con el fin de resolver las principales problemáticas de la movilidad al mismo tiempo que garantice un sistema eficiente.

Soluciones a la movilidad eficiente

El problema de la movilidad en las grandes urbes no es un tema sencillo de tratar, para garantizar una gestión eficiente del transporte dentro de las ciudades se proponen cinco acciones necesarias:

Redistribuir el espacio público para priorizar la movilidad activa, destinar una mayor cantidad de espacio al transporte no motorizado como las bicicletas que son consideradas el transporte del futuro, así como agregar infraestructura y opciones de uso para los usuarios como el programa de ecobici de la CDMX. También legislar y fomentar el cumplimiento de leyes de protección y prioridad a peatones y ciclistas.

Hacer que el transporte público sea lo más seguro posible, la seguridad de los usuarios del transporte público es primordial para aumentar su uso, dentro de la seguridad también deben considerarse medidas sanitarias para disminuir la propagación de enfermedades dentro del transporte como, especialmente en tiempos de la COVID.

Fomentar un uso racional de vehículo privado, taxis y vehículos compartidos, modificar la cultura que se tiene de asociar el automóvil con un logro o éxito y verlo mejor como una necesidad solo en los casos en donde sea indispensable hacerlo, de igual forma implementar servicios de taxis y vehículos compartidos para un traslado de mayor cantidad de personas con menos automóviles para así reducir el uso individual de los vehículos.

La tecnología para gestionar y programar la movilidad en una ciudad: a través de aplicaciones que dan rutas óptimas se puede ayudar a la distribución del tránsito. La tecnología también es vital para la recolección de datos que nos servirán posteriormente para análisis y generación de modelos.

Cambiar los hábitos de trabajo y de compra, generar opciones más flexibles de horarios laborales para evitar la acumulación de personas en las calles o el transporte público, eliminando la hora pico.

Para tratar con este problema, los últimos años han visto nacer nuevas tendencias que

están revolucionando el sector del transporte urbano y proponen una gran variedad de soluciones, entre las que cabe destacar:

Movilidad sostenible

Es importante la disminución de la dependencia a los combustibles fósiles, siendo el transporte no motorizado o en su defecto el transporte eléctrico la mejor opción.

Movilidad compartida

Compartir automóvil entre varias personas en lugar de conducir cada uno el suyo reduce el tráfico y la emisión de gases contaminantes.

Vehículos autónomos

Son vehículos que, gracias a la inteligencia artificial (IA), pueden desplazarse sin la interacción del conductor. Un coche autónomo puede recoger a un usuario y dejarlo en su destino utilizando siempre la mejor ruta..

Movilidad conectada

Con el uso del internet de las cosas así como el análisis de datos, se puede generar una interacción inteligente entre los elementos de la circulación, como lo son vehículos, semáforos, señales de tránsito, entre otras, logrando una sincronización entre todos ellos.

Movilidad como Servicio (MaaS)

Se busca reducir el número de automóviles que circulan por las ciudades teniendo servicios de movilidad en donde se rentan autos por necesidad, es ideal para las personas que solo utilizan su automóvil para actividades específicas o no cotidianas evitando la compra masiva de coches.

Elementos autoorganizantes de movilidad

Agregar sensores a los elementos básicos que definen la movilidad en la ciudad, como por ejemplo a los semáforos para que respondan a la demanda específica de cada calle evitando así embotellamientos y tráfico.

Referencias
1. Gershenson, Carlos, (2020). Guiding the Self-Organization of Cyber-Physical Systems. Front. Robot. AI [Online] https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/frobt.2020.00041/full#h5
2. IBERDROLA, Smart Cities: La Transformación digital de las ciudades [Online] https://www.iberdrola.com/innovacion/smart-cities
3. IBERDROLA, Movilidad Sostenible [Online] https://www.iberdrola.com/sostenibilidad/movilidad-sostenible
4. IBERDROLA, Movilidad del Futuro [Online] https://www.iberdrola.com/innovacion/movilidad-del-futuro
5. IBERDROLA, Movilidad Urbana Inteligente [Online] https://www.iberdrola.com/innovacion/movilidad-inteligente
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Javier Enríquez Egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Computación en la Facultad de Ciencias en la UNAM, se ha desempeñado por 3 años mayoritariamente en la industria privada en las áreas: desarrollo web (tanto back end como front end), análisis y minería de datos, manejo, diseño y administración de bases de datos y web scraping. También se ha desempeñado como docente en la Facultad de Ciencias.